viernes, 24 de junio de 2011

Nueve.

Ahí estaban, Aitor y Ane, mirándome los dos, muy acalamerados por cierto... ¿Qué querrían ahora? pensé.
Me levanté del césped, me sacudí y me dirigí a ellos.
- ¿Qué pasa? –– pregunté.
- Vamos a ir a buscar muebles y eso, para la habitación de Nai, ¿nos acompañas? –– me preguntó Ane sonriente y agarrando la mano de Aitor.
- Paso, que vaya Marta que también sabe que le podría gustar a Nai, yo me quedaré aquí y luego saldré con mis amigos –– respondí desperazándome.
Aitor me miró fríamente, le devolví una mirada similar. Gilipollas, dije para mi misma.
Ellos se metieron de nuevo dentro de la casa y yo dí una vuelta por el jardín hasta llegar al columpio, donde me senté y comencé a valancearme silenciosamente.
A la hora más o menos de estar allí, escuché el auto de alguno salir, me levanté y me metí a la casa. No es que no quisiera saber nada de lo de Nayara porque yo era la que más quería que viniera, pero no me gusta ir a ninguna parte a la que fuera Aitor. Me senté en el sofá y me puse a ver la tele, más bien el telediario.
Salieron accidentes y más desgracias... y de repente aparecieron estrellas del pop. 
- Justin Bieber tiene todos sus conciertos al completo, el joven canadiense, que está de paso por su pueblo natal, esta semana ha vendido todas las entradas de su próximo concierto en menos de 3 horas, miles de fans locas esperan entusiasmadas escuchar su voz, que se hizo famoso a merito propio colgando con su madre canciones en Youtube hasta que se interesarón por él. Este joven tiene 16 años y millones de fans por el mundo, superando a muchos artistar mayores qye él y que llevan más años en la música –– puf... lo que necesitaba ahora era verlo...
- ¡DIOS! ¡quítalo, quítalo Ainhoa quita el tele! –– grité, no sé para qué coño, ya que no había nadie en casa. Cogí corriendo el mando del tele y la apagué, quedando todo en silencio.
Subí a mi cuarto, jugué con Laly, me conecté al msn, ya que llevaba desde el martes o el miércoles sin conectarme, y Nai estaría ansiosa de contarme que se estaba muriendo de nervios.
** Nai la lokkAh dice: Primaaaaa :D Tiaa debería ser yo la qe fuera a ver Justin Bieber no tú T_T 
** Ainhoa the crazy girl dice : Losé Nai... 
** Nai la lokkAh dice: Tia te pasa algo?
** Ainhoa the crazy girl dice: Llámame y te cuento.
Apagué el ordenador porque no tenía ni ganas de teclear y esperé a que mi móvil sonase.
- ¿Qué es lo que te ocurre Ainhoa? –– preguntó Nai desde Madrid.
- No sé, últimamente estoy así... –– respondí pensando que llevaba unos días en los que me costaba hacer todo.
- Venga, que pronto estaré contigo en Canadá, ¿sabes? Mi madre está terminando las últimas y para la semana que viene seguro que me manda. ¡Ah! y Marcos a preguntado por ti... –– me dijo picaronamente.
- Ah –– respondí un poco sosa, la verdad.
- Ainhoa... Marcos uhu... –– noté un tono de perspicacia en su voz al decir "Marcos".
- ¿Y qué te ha dicho? –– pregunté, aunque la verdad, no me interesaba nada.
- Ya sé que es lo que te ocurre... Hay otro, ya no estás por Marcos. ¿Quién es? Venga Ainhoa ¡cuenta, cuenta! –– dijo entusiasmada 
- ¿Qué? Anda ya, no hay nadie... No me gusta nadie, bueno te dejo que Mike me esta llamando para salir –– dije poniéndole escusa y colgué, era una mentira hoy no saldría con Mike, quería qedar con Alex e irme con ella a dar una vuelta por ahí, no sé a distraerme.
La llamé y quedé dos horas después con ella, dijo que me recogería, básicamente o me recogían o no podía salir, porque sin coche...
Me duché relajadamente, tenía tiempo de sobra para arreglarme, salí media hora después del baño, me ricé el pelo recogiendo el flequillo hacía atrás con unas orquillas, me puse unos pantalones cortos baqueros claros y un chaleco de manga corta lila, cogí mi gorra que me compré el viernes con Marta y me pusé unos botines abiertos lila. Iba de calle, no parecía una pija, no parecía nada, simplemente.
Bajé al salón, y hasta que llegó Alex estuve arreglando la casa.
Cuándo salí para subir a su coche la vi igualita que yo, muy simple. Habíamos quedado para ir a un parque y esa era la mejor opción de ropa con la que podríamos ir.
Ella me llevó a uno en el que dice que la llevaban de pequeña, era muy grande y verde, tenía muchos columpios, algo que me encantó.
Nos sentamos primero en un banco y hablamos durante más de media hora, después como niñas chicas empezamos a correr, a tirarnos y hacer burrerias.
Llegué a mi casa muerta de cansancio y sin cenar me acosté a dormir.


Un beso en la frente me despertó, era Marta sonriente y con Laly en brazos.
- Eh, no me e enterado del chillido de Ane –– dije cayendo en la  cuenta de que hoy era lunes, y eran las 12:36 de la mañana.
- Hoy no vamos al instituto, dentro de un rato vamos a donde el concierto para ser unas de las primeras mañana –– dijo, la miré con cara de no "flipes" , ella sonrió.
- ¿Qué, qué? Perdona, pero yo no quiero ser una de las primeras a mi eso me da igual –– dije enfadada, ¡coño! YO ¿para qué quiero hacer cola y pasarme la noche en la calle? ¿Estamos tontos o qué? Uff.
- Te espero abajo, Paula ha dicho que nos vemos en el spat a las 14:15. Ponte guapa y llévate una muda –– dijo Marta y salió de mi habitación llevándose a Laly con ella.
Me levanté sin muchas ganas y comencé a vestirme, yo no iría como una pija, paso vamos.
Me puse unos pantalones cortos baqueros ceñidos de color morado, un chaleco blanco de Smile y unas romanas blancas atadas. Me miré y sonreí, me gustaba ir completamente distinta a las demás y seguro qe nadie se pondría así para ir a un concierto.
Bajé y Marta me miró desagradablemente, me encanta hacerle chinchar. No dijo nada.
Subimos al coche, que hoy conduciría, y la llevé al spart dondé vimos a Paula sonriente y muy muy pija, como mi hermana Marta, igualitas.
Intenté no reírme, pero no pude contenerme durante mucho tiempo y me reí en la cara de ambas.
- Payasas –– dije picándolas.
- Pues seguro que nos mira antes que a ti –– dijo Marta picada.
- No me hace falta que me mire un pijo –– respondí sonriente.
Llegamos y ya había al menos 15 niñas haciendo cola.
Por dios, son unas exageradas...
Pasé una noche horrible sentada en una silla alcochada y apenas pude dormir, por la mañana me cambié de ropa, poniéndome un poco más formal pero seguía sencilla.
Unos pitillos grises con algunas ralladuras blancas, un chaleco blanco de tirantas con una blusa celeste mar muy, muy clara por encima que era como caída por los hombros y atada en un lado de la cintura.


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