jueves, 25 de noviembre de 2010

Tres.

Puf si solo es un pijo, venga ya joder, paso... paso.. ¡Ains!
Seguí tumbada en la cama mirando el techo un buen rato y después cogí el libro de física y química. Comencé a repasar, me gustaba la asignatura no sé porqué pero me gustaba era complicada y eso de los retos, me hacían engancharme más, y desde luego esta asignatura era un reto para cualquiera.
A los 20 minutos más o menos escuché unos pasos, seguramente Marta se había cansado de ver la tele y quería pasear o algo conmigo, siempre hacía lo mismo cuándo Ane no estaba.
- Eh, Ainhoa ¿vayamos a comprar no? - Me preguntó apoyada en la puerta mirándome dulcemente.
- Paso, llegan los finales y prefiero estudiar. - Le contesté clavando la vista en el libro, la verdad esto para mi no era estudiar, porque simplemente me estaba leyendo algunas cosas, las que parecían más complicadas.
- ¡Venga ya Ainhoa, no seas una aguafiestas! Salgamos un rato, diviértete... sé una chica normal - Me dijo acercándose a mi cama contenta y risueña.
- Marta enserio tengo que estudiar... Y tú deberías hacer lo mismo o te veo este año empoyando cuándo todos estén por ahí. - Le volví a decir.
- ¿Todos menos tú verdad? No sé porqe no haces una vida normal, mamá y papá no querrían verte así..
- Yo hago vida normal, a mi manera.. No me gusta Canadá en España estaba mejor, allí están todos mis amigos, estos son solo pijos que se creen importantes y no son nada... Esto no me gusta simplemente.. Prefiero estudiar y pasar los dos años que me quedan tranquilamente sin decir nada, solo dos años y volveré a España, a Madrid y allí si que seré feliz. - Le dije cortándolo todo de raíz.
- ¿Me dejarás aquí sola con Ane? - Me preguntó poniendo cara de puchero.
- Si, no te pasará nada te lo aseguro. - Le contesté furiosa. Odio que me digan que es lo que tengo que hacer o que pongan a mis padres por medio de toda conversión, de verdad que lo odio.
Marta se levantó disgustada y salió de mi habitación dirigiéndose a la suya supongo, porque se escucho otra puerta cerrarse.
Al rato abrió la puerta de nuevo y me miró aun enfadada.
- Me voy con Sarah de compras, diviértete sola en casa. - Dijo, y salió de la habitación.
- No llegues tarde o Ane se enfadará - Le grité desde mi habitación acostada para que se enterará.
Yo no quería ser desagradable con mi hermana, pero es que ir de compras no era lo mio... Me gustaba ir de vez en cuando claro que si, pero ir excesivamente como mi hermana no.
Paso un rato y me aburrí de estudiar, así que me conecté al msn y hablé un rato con la gente de España que aun tenía agregada, con Mike y con mi prima Nai, que estaba muy ilusionada con eso de venirse a vivir a Canadá, ella solo había venido este año, hace dos semanas por mi cumpleaños y al parecer le agradó mucho el lugar... No sé porque si hacía tanto frío... Supongo qe cada uno siente y vive de forma diferente, ¿no?
En todo caso, le pregunté por si tenía copias de la música que me metió en el Ipod y me dijo que sí, que por ahí tendría una copia con todas las canciones que guardó y me las envió.
No estaban todas pero si las más importantes cogí el Iphone y las cargué. Me preguntó para que las quería y no tuve más remedio que contarle lo sucedido con el chico de la playa, pero sin decirle las conclusiones de quién creía que era, ya que Nai era otra fan loca del Bieber y no haría más que comerme la cabeza con sus típicas tonterías...
Me entró ganas de comer algo & bajé, para mi sorpresa estaba Ane preparando la cena.
- No te he escuchado llegar - Le dije mientrás me sentaba en una de las sillas.
- Losé. - Contestó simplemente.
- ¿Qué cocinas? - Le pregunté para sacar algo de conversación, la relación de Ane y yo había empeorada mucho con la llegada de Aitor a casa, no lo soportaba y ella no soportaba que yo no lo soportase.
- Comida - Dijo secamente... Bufé, me estaba poniendo de los nervios tanta pamplanedería.
- V¡enga ya Ane! Joder. ¡No me jodas más vale! ¿Si no soporto al pijo de tu novio es cosa de él y mía no crees? Que soy tu hermana ... Se supone que eres mi modelo a seguir, pero poco tengo que seguir si no nos hablamos - Le dije levantandome de la silla y dándole un golpe a la mesa.
Ella me miró con mala cara y yo le respondí con la misma.
- Ainhoa... Es que no se que hacer contigo, hago todo lo posible para que seas una chica de probecho, pero faltas mucho a clase.. 
- ¡Venga ya Ane! Sabes que no puedo con mi profesor de física, si me cambiarás de instituto todo sería más fácil.... ¿Además te las apruebo todas, no? ¿Qué más quieres de mí? ¿Qué sea una pija perfecta que acate todas las normas? Lo siento Ane, pero yo no soy así, soy como debo de ser, como deberías haber sido tú, como debería ser Marta, pero al parecer para ustedes no soy más que la oveja negra de la familia que no se acostumbra a vivir sin sus padres - Le chillé enfurecida y la miré con los ojos llenos de lágrima por la impotencia que sentía, me trataba como si no fuera nada y me estaba reventando por dentro... 
desafiante pero con mi orgullo por delante.
- Vete a dormir, mañana tienes instituto y no quiero verte más por hoy - Me dijo dándose la vuelta para seguir cocinando.
Yo me dí media vuelta y subí a mi habitación.
La verdad, no me enfadé ni llore más, creo que me merecía aquella cachetada, mi hermana Ane no había hecho nada malo, pero como ya dije antes tenía mi carácter de adolescente.
En menos de un cuarto de hora me quedé dormida, no me dí cuenta de a que hora regresó pero cuando me levanté a tomar un vaso de leche ya había llegado, vi los platos en el lavavajillas.
Me bebí el vaso tranquilamente y subí las escaleras en silencio, regresé a mi cama y deje que mi mente flotará hasta que volví a soñar, esta vez un sueño en blanco tranquilo.
- ¡Marta, Ainhoa aligerad! - Gritó mi hermana Ane desde abajo de nuevo como cada mañana, para Marta y para mi, oficialmente Ane era nuestro despertador diario.
- Voy - Gritó correspondiendo al chillido anterior mi hermana Marta.
Yo me levanté de la cama, cogí el estúpido uniforme y me lo puse ligera como la pluma, me miré al espejo... Una pija, pensé y me peiné recogiéndome el pelo en una cola hacía el lado derecho y recogiendo el flequillo hacia atrás.
Hoy iba con la falda del instituto privado, era de cuadros verdes y azules, la blusa verde y el polo claro azul, llevaba las medias azules claras y las botas del centro privado.
Esperé a que Marta abriera mi puerta y me levanté sonriendo, cogiendo mi maleta y cargándola a la espalda.
- Corre Ainhoa, o Paula se irá sin nosotras. - Dijo mi hermana Marta metiéndome prisa por las escaleras.
- Tranquila que Pau sin ti no se mueve del sitio. - Le dije en tono de burla riéndome y ella me siguió riendo también.
Llegamos a las casa de Paula, una chica medio pija medio no, por eso me caía tan bien... Se le notaba que hacía poco que su padre había triunfado en los negocios y por eso no se creía nada. Me gustaba su forma de ser, era divertida y espontánea, una buena chica en todos los sentido.
- Hola Martinez, eh ¿cómo os encontráis hoy? - Nos preguntó Paula sonriendo de oreja a oreja, estaba muy contenta por lo que se le veía.
- Bien, ¿y tú qué? ¿A qué viene esa sonrisa? - Le contesté y pregunté por las dos, Paula nos llamaba Martines porque asín nos apellidábamos y le costaba mucho pronunciarlo al principio, pero pronto se acostumbró.
- Ainhoa a ti no te hará tanta ilusión, pero a tu hermana si que le dará... ¿Sabes quién da un concierto el martes que viene en el Souther? - Dijo Paula ilucionada.
Marta se encogió en un momento y de repente sus ojos brillaron &yse abrieron totalmente, haciéndose un eco grandioso en su sonrisa picarona.
- No... ¡Ains no puede ser cierto! Esto es un sueño. - Gritó Marta contentísima.
Yo la miré extrañada... ¿un sueño? Pero de qué estaban hablando... Yo me perdía en aquellas conversaciones...

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